Consolidación de suelos mediante resinas expansivas



Posiblemente hayáis escuchado en más de una ocasión acerca del uso de resinas expansivas para solucionar problemas de asentamiento de edificios, para esos momentos donde pueden aparecer estos problemas a causa de movimientos de tierra, caudales de agua subterráneos, obras próximas, movimientos sísmicos, una mala construcción o fallos en el diseño de la edificación. 





Ante esta situación las resinas expansivas se usan para conseguir la solidez del asiento sobre el que descansa la construcción.

¿Cómo se lleva a cabo el proceso?

Primero se realiza un estudio del problema y del terreno afectado, teniendo en cuenta todos los parámetros posibles. Tras conocer todos los detalles se realizan diversas perforaciones con un diámetro menor a 3 centímetros en la zona donde radica el problema, llegando a la profundidad estimada para su operatividad y conseguir los mejores resultados.

Después del estudio se inyectan las resinas expansivas, las cuales tienen un tiempo muy bajo de reacción y una alta presión de expansión, con capacidad para rellenar todas las cavidades del terreno, aumentando su poder a las 24 horas de inyectarse, momento en el que la resina alcanza su máxima expansión y dureza, ocupando al máximo toda la superficie de la cavidad operada.

Tras la inyección y expansión de las resinas, el terreno se expande hacia arriba, ocasionando la elevación del edificio, la cual es totalmente comprobada con dispositivos láser ubicados en el exterior, con lo que siempre se puede controlar la altura requerida, pudiendo ser controlada la inyección para parar en el momento en el que se haya alcanzado el nivel necesario.

Una de las características más destacadas de las resinas expansivas, además de su excelente funcionamiento es que no puede ser afectada por agentes externos que puedan degradarla, por lo que se puede decir que es la mejor solución para esta clase de problemas.

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