La automatización es una de las muchas metas que se pone un gran número de empresas hoy en día y no porque sea una tendencia sino por los resultados que proporciona la automatización de farmacias por ejemplo, o de un almacén, o de una tienda especializada en decoración entre muchos otros ejemplos.
Tanto en una farmacia como en cualquier otra empresa, la automatización evita cualquier tarea repetitiva, ahorrando tiempo, sobre todo el que se emplea en atender al cliente ir a buscar su medicamento, volver y cobrarlo; todo ello quedaría reducido a una orden enviada por el farmacéutico al sistema para que éste se encargue de dispensar el producto demandado por el cliente.
En este tiempo, el farmacéutico puede atender de una forma más personalizada al cliente, fidelizándolo y atendiéndole de una manera más rápida y efectiva, aumentando la productividad de la farmacia.
Pero no solamente mejora la productividad de la farmacia sino también de todas las personas que trabajen en ella. El robot de farmacia automatiza muchas de las rutinas del día a día, con el consecuente ahorro de tiempo, el cual puede ser empleado por los trabajadores en realizar cualquier otra actividad, con lo que el flujo de trabajo es constante en todo momento, haciendo mucho más ágil el funcionamiento farmacéutico.
Además de evitar tareas repetidas los errores en la operatividad se ven reducidos notablemente dado que todos los productos están archivados con sus características, precios, fecha de caducidad, si requieren o no receta o cualquier otro detalle que se necesite programar en un robot de farmacia para un óptimo desempeño.
Cada vez son más farmacias las que se han interesado por automatizar su negocio y han podido comprobar cómo lo que habían visto hasta entonces en otras farmacias que habían dado este paso, también sucede en las suyas, con todas las ventajas desde el primer momento, amortizando la instalación en muy poco tiempo y pudiendo adaptar el sistema a la disposición de cada local.
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