En un mundo tan competitivo como en el que nos encontramos, los comercios deben ofrecer siempre cosas diferentes a todos los clientes, no solo para mantenerlos sino para captar la atención de otros clientes potenciales. Es en este campo donde las tarjetas de fidelización de clientes juegan un papel muy importante, pero no solo para los propios clientes sino también para la empresa.
Se trata de un soporte físico con forma de tarjeta, de diferentes tamaños pero muy cómoda de transportar y que permite al cliente poder obtener diferentes beneficios de determinado comercio o red de comercios asociados por ejemplo.
Normalmente, a medida que los clientes van haciendo compras en un establecimiento, a la hora de pagar entregan su tarjeta de fidelización, lo que permite ir acumulando puntos, los cuales pueden ser canjeados por regalos, recibir descuentos sobre futuras compras, tener acceso a novedades antes que el resto de clientes que no tengan esa tarjeta y muchas otras alternativas de las que podría encargarse el departamento de marketing de la empresa.
Pero no solamente se lleva en establecimientos como supermercados, perfumerías, etc., muchos otros sectores de la industria y el comercio saben de las ventajas que reportan estas tarjetas, por lo que a los establecimientos citados se le suman restaurantes, cines, discotecas, clubes deportivos, agencias de viajes, hoteles y un largo etcétera, dejando patente la importancia que ha ido adquiriendo con el paso del tiempo una simple tarjeta de fidelidad.
Las tarjetas se emiten sin coste alguno para los clientes, algo que les hace sentirse apreciados por la firma o establecimiento, fidelizándoles. Además son los propios clientes quienes hablan a otras personas de las ventajas de esa tarjeta, siendo ellos un buen elemento viralizador de esa campaña, consiguiendo que tanto ellos como la propia empresa vayan ganando poco a poco.
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