Uno de los objetivos principales de cualquier clase de negocio es optimizar todo lo relacionado con su propio desempeño empresarial y esto es extrapolable a cualquier sector. Por ejemplo, la rentabilidad de farmacias es uno de sus grandes pilares, algo que se debe buscar en todo momento mediante diferentes fórmulas que sean del agrado de los clientes de siempre, que permitan atraer a nuevos clientes y que se adapte a la forma de trabajar de cualquier farmacia.
El trato dispensado a todos los clientes debe ser por igual y en este mundo tan competitivo en el que nos encontramos no solamente vale con ofrecer una atención educada sino que la atención personalizada es la tendencia actual en este y cualquier otro sector que tenga presencia de cara al público.
En la farmacia tradicional no había demasiado tiempo para realizar esto porque el farmacéutico o auxiliar siempre debían retirarse unos instantes para buscar los medicamentos del cliente y esto hacía que el trato no fuese como el que podemos encontrar hoy en día.
Con la llegada de la automatización de farmacias este aspecto es algo que ha cambiado notablemente y ofreciendo diferentes características y ventajas, pero no solo para el cliente sino también para la farmacia y el profesional facultativo.
El dispositivo se encarga de recibir la orden de un medicamento y él se encarga automáticamente de buscarlo, seleccionarlo y dispensarlo sin que el farmacéutico se tenga que retirar y lo hace de una forma rápida y segura.
Por otro lado el profesional tiene más tiempo para atender de una manera un poco más distendida al cliente, pudiendo ofrecerle algún consejo de salud, presentándole algún producto nuevo o que pueda tener en oferta, etc., aumentando así la optimización de recursos, la productividad y ofreciendo y mejor servicio y atención al cliente. Por tanto, podemos decir que la automatización es el mejor complemento para la farmacia que puede haber hoy en día.
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