La evolución tecnológica ha hecho que cada vez tengamos más poder en la palma de nuestras manos, como llaves electrónicas a distancia, smartphones o las conocidas HID tarjetas de proximidad, con la que tantas veces hemos realizado diferentes operaciones en nuestro día a día.
Hoy en día se pueden usar para infinidad de finalidades y no solamente por profesionales sino que cualquier persona puede tenerlas en su cartera para una u otra finalidad. Uno de los usos más comunes es el acceso a determinadas instalaciones o infraestructuras como por ejemplo zonas restringidas de hospitales, organismos oficiales, laboratorios, centros de investigación y desarrollo, etc.
Esos son tan solo algunos de los lugares en los que se pueden usar esta clase de tarjetas a nivel profesional, pero en nuestro día a día las tenemos por todos lados. Podemos usarlas para pagar en el autobús, metro o en el tren, también podemos utilizarla para que nos hagan un descuento en nuestra tienda o gran superficie habitual, para poder retirar una bicicleta de alquiler público o para sacar libros de la biblioteca municipal entre otras muchas alternativas.
Como podemos ver, actualmente su uso está muy extendido en todo el mundo y es muy normal que cualquier persona pueda temerlas para los usos más sencillos aunque esta clase de tarjetas también puede ser utilizada para fines más específicos como puede ser el seguimiento de los equipajes en una compañía de transporte de pasajeros o de la mercancía en una empresa logística.
Se trata de un sistema muy cómodo que permite muchas funciones diferentes, puede eliminar la obligación de llevar dinero en efectivo, llaves, etc. Son muy fáciles de llevar en cualquier bolsillo y las mejores tarjetas de esta clase cuentan con un potente sistema de encriptación para que la seguridad sea máxima a la hora de usarlas.
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