La base de una buena gestión empresarial es el ahorro
de costes y en este sector se deben observar cuatro puntos de gran importancia:
el margen por volumen de compra, margen por devolución, margen de la actividad
comercial y también la gestión de pagos, algo que repercute directamente en la rentabilidad de farmacias.
El farmacéutico o farmacéutica debe tener un completo
control sobre lo que vende y la frecuencia con que esto sucede, para lo que es
necesaria la definición de la rotación del almacén para los diferentes
productos que se ofrecen mediante una lista donde aparezcan todas las familias
de productos.
Uno de los grandes errores es contar con un gran número
de medicamentos genéricos. Aunque hay que dejar claro que es necesario contar
con un stock suficiente para cubrir la demanda de los pacientes pero no se
pueden tener 40 marcas de un mismo medicamento, porque repercute en la
rentabilidad drásticamente.
Con un robot
de farmacias que permita una correcta automatización se
podría controlar en todo momento, no solo la cantidad de medicamentos que hay
en stock sino aquellos que están próximos a caducar o aquellas familias de las
que ya quedan pocas unidades, para así poder pedir antes de que se agoten y no
tener grandes cantidades de dinero inmovilizadas en forma de medicamentos a los
cuales no se sabe cuándo se les dará salida.
Otro punto a tener en cuenta es que en una farmacia
tradicional, en caso de contar con muchos medicamentos genéricos también se
juega con el tema de la caducidad y sabiendo que cada vez vienen más ajustadas,
tener productos inmovilizados y que puedan caducar o ser devueltos por el
cliente, redunda en una pérdida de dinero, por ello es tan importante gestionar
correctamente una farmacia para tener la máxima rentabilidad en todo momento.
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