Contar con un filtro de agua
de calidad es toda una garantía para evitar la contaminación microbiológica, un
factor de riesgo muy a tener en cuenta en lo referente a la calidad del agua
potable. Además esta clase de contaminación cuenta con un alto potencial para
la propagación de diferentes enfermedades de origen hídrico.
La filtración así como las depuradoras de agua
son unas de las tecnologías más accesibles para el tratamiento doméstico del
agua, sobre todo los que estén fabricados con la última tecnología,
convirtiéndose en la mejor opción para el tratamiento ya no solo a nivel
domiciliario sino también comunitario, independientemente de si la casa recibe
agua desde los conductos normales o si ésta es provista desde un depósito.
Según diferentes estudios que constatan la efectividad
de esta clase de dispositivos para nuestro hogar, los resultados fueron los
esperados, con una reducción del 100% de aguas turbias, 60% del color y una
reducción drástica de agentes patógenos capaces de transmitir cualquier clase
de enfermedad o patología derivada de beber agua con alguna clase de
contaminante, lo que hace que el agua a beber sea mucho más segura en todo
momento por mucho menos dinero del que se pueda pensar en un principio.
Aunque normalmente todos los suministradores de
agua tienen sus propios sistemas de
tratamiento de agua, no toda el agua o todas las suministradoras ofrecen la
misma calidad de agua. Por ello, y para evitar posibles problemas de salud, siempre
es una buena idea aumentar el nivel de seguridad en nuestro hogar, sobre todo
si tenemos niños pequeños o personas mayores viviendo con nosotros, con lo que
se ganará en salud reduciendo considerablemente cualquier riesgo que pueda
venir con algo tan necesario en nuestra vida como es el agua.
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