Uno de los sistemas más
modernos que hay en la actualidad en cuanto a tratamiento de aguas
se refiere es aquel que usa la tecnología de la luz ultravioleta o también
conocida como UV. ¿Qué es exactamente? Se trata de una radiación
electromagnética o energía radiante que viaja en forma de ondas. Se puede
encontrar dentro del espectro electromagnético, entre la luz visible y los
rayos X.
Los rayos ultravioleta
destruyen la membrana externa con la que cuentan las bacterias, igual que lo
que ocurre con virus, mohos, algas o levaduras, atacando y modificando el ADN
de ese organismo, impidiéndole vivir y reproducirse, lo que ha hecho que se
haya colocado como uno de los sistemas más usados.
Con esta clase de
tratamiento se consigue eliminar de forma eficiente cualquier clase de
inconveniente que pueda aparecer en lo referente a la esterilización con
productos químicos, problemas con
dosificadores y dispositivos de medición, corrosión, etc. Los esterilizadores
ultravioleta liberan completamente el agua de bacterias sin cambiar el pH,
olor, gusto o algo tan importante como el sabor.
¿Cómo funciona exactamente
un esterilizador UV? Dentro del
receptáculo de la lámpara y mediante un arco eléctrico, el mercurio se evapora
prácticamente al instante convirtiéndose en un gas inerte. Los átomos de mercurio
retornan a un nivel de energía más bajo irradiando energía ultravioleta a
254nm. Estas lámparas nunca llegan a tocar el agua dado que éstas se encuentran
protegidas en tubos de cuarzo de un material especial. El cuarzo es usado
porque cuenta con un excelente poder de trasmisión UV del 95% y maximizan la
eficiencia de la energía.
Si se desea eliminar por
completo la amenaza de las bacterias, virus y demás agentes peligrosos, este
método es uno de los más aconsejables, seguros y efectivos de todos cuantos
podamos encontrar en el mercado.
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