Falta muy poco tiempo para que llegue una de las
festividades más dulces del año y no nos referimos a algún evento gastronómico
sino a San Valentín, una celebración que ya lleva un montón de años entre
nosotros y donde muchos establecimientos comerciales dedican parte de sus
escaparates a ofrecer diferentes propuestas de la manera más original. Los
pequeños detalles como pueden ser los portaprecios
decorados pueden ser un complemento ideal para el tema del escaparatismo, donde
la imagen juega un papel primordial a la hora de captar la atención de los
clientes potenciales.
A ello hay que sumarle una buena selección de productos
de diferentes precios para que haya dónde elegir; todo ello acompañado de una
buena decoración porque ya se sabe, dentro del mundo del marketing, la imagen
cuenta mucho y siempre resultará más tentador un producto si toda la
parafernalia para presentarlo resulta agradable a la vista.
Las pizarras
personalizadas pueden dar mucho juego dentro de esta y
otra clase de campañas porque pueden dar un toque muy rústico y desenfadado,
con lo que poder hacer presentaciones originales para muchos productos. Dentro
de las pizarras hay gamas más modernas como las pizarras LED, donde también se
podrá cambiar el mensaje siempre que se desee, con el plus de que también
llaman mucho la atención, especialmente al atardecer, cuando va desapareciendo
la luz del día.
Es importante jugar con texturas, formas y colores,
prestando especial atención a la colocación de los productos, de manera que
todo esté perfectamente presentado para que cuando llegue el inicio de la
campaña de San Valentín, o cualquier otra celebración que tenga un importante
impacto comercial, esté todo listo. Simplemente hay que tener imaginación,
jugar con el escaparatismo no es algo sencillo, en ocasiones se pueden tener
buenas intenciones pero si no se cuenta con el material adecuado, puede que no
salga tan bien como se espera.
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