La
rentabilidad en farmacias no depende
solo de una buena atención ofrecida por los trabajadores sino que hay que
observar diferentes cuestiones durante el trabajo que sin lugar a dudas son un
buen apoyo para que el negocio vaya viento en popa y poco a poco se vayan
vendiendo más productos.
El
marketing juega un papel principal en cualquier clase de negocio, incluido una
farmacia y en este mundillo hay varias reglas que, aunque son básicas, son casi
de obligado cumplimiento. Por ejemplo, cuanta más superficie haya y metros de
exposición mayores pueden llegar a ser las ventas y algo que contrasta con esto
es que el producto que no se ve es el que seguramente no se venda o se venda
mal.
Por
ello hay que aprovechar al máximo todos los rincones que la arquitectura del local permita para
poder mostrar a todos los clientes los productos y servicios con los que cuenta
una farmacia. Es algo que juega muy a favor de la farmacia, sobre todo teniendo
en cuenta que muchas grandes superficies venden productos que hace unos años
eran exclusivos de farmacias.
No
hay que desaprovechar la oportunidad de realizar una campaña de marketing
proponiendo diferentes ventajas a los clientes, bien sea mediante tarjetas de fidelización, ofreciendo
descuentos en productos o cualquier otra clase de promoción que no suponga
perjuicio económico para la farmacia y suponga un plus para el cliente, con lo
que poder fidelizarle.
Hoy
en día la gente no busca únicamente medicamentos en una farmacia ni acude a
ellas para buscar la solución a sus problemas, la gente puede acudir en
cualquier momento a una farmacia, incluso cuando están sanos para adquirir
productos preventivos o aquellos que no tienen que ver directamente con
enfermedades sino con productos de cuidado facial, cremas o tratamientos
especiales. Esto es muy importante para contar con una farmacia rentable.
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