Aunque para las personas
profanas en la materia, una farmacia es un negocio como pudiera serlo una
tienda de calzado o de decoración por ejemplo, esta clase de establecimientos
va más allá de esta especificación tan general. La buena gestión
de farmacias y su objetivo ha
convertido a la farmacia en uno de los establecimientos más cercanos a los
ciudadanos, no solo por su trato sino por su disponibilidad y también por su
accesibilidad.
Atrás quedan aquellos años
donde el trato era cordial y educado pero poco más, hoy en día el trato, además
de seguir siendo el mismo ofrece otros complementos como una pequeña charla
hacia el cliente, preguntándole qué tal se encuentra, respondiendo a sus dudas
sobre determinada afección o medicamento, proporcionándole algunos consejos
para mejorar la efectividad de una crema, etc.
Esto es un trato mucho más
cercano, un valor añadido a una atención que cada día es más profesional y
próxima a todos los clientes, algo que valoran y fideliza prácticamente desde
el primer momento. De esta forma se contribuye de manera muy importante a la
concienciación de varios aspectos de peso, el uso responsable de los
medicamentos y a una notable mejora de la atención hacia el cliente.
Las relaciones
humanas son de gran importancia y
por ello hacer ver a todo el mundo que los farmacéuticos y farmacéuticas no son
fríos ni distantes sino todo lo contrario, es otra de las armas que una farmacia
puede utilizar para jugar en su favor.
Hoy en día, y estando el
sector tan reñido con la apertura de nuevos establecimientos del gremio, buscar
la excelencia en todos los aspectos que conforman la farmacia es algo
imprescindible, buscando algo diferenciador y la base de los cambios es el
trato hacia el cliente, algo que se cuida en todas las farmacias.
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