Hacer que los clientes
vuelvan es uno de los objetivos que debería tener muy presente toda empresa y
para ello hay muchos métodos a poner en marcha, como pueden ser las tarjetas de fidelización de clientes con las que hacer que se sientan a gusto, dándoles
descuentos, permitiéndoles participar en promociones especiales, probando
algunos productos antes que los que no son clientes, etc.
A ello hay que sumar que
debemos hacer que el cliente se sienta a gusto en todo momento dado que de ello
depende que vuelvan de nuevo, algo que suele ser más difícil con los clientes
que tienen menos antigüedad dado que está demostrado que los más “veteranos”
demuestran mayores índices de satisfacción, estando dispuestos a adquirir
nuevos productos o servicios.
Debemos saber diferenciar
que retener clientes no es lo mismo que lealtad, dado que ésta última solo se
adquiere tras años de proporcionar el mejor servicio basado en la excelencia,
haciendo que el cliente tenga una convicción personal de que está en el sitio
adecuado para hacer sus compras o que la marca es lo que siempre ha buscado y
por ello confía en todos sus productos.
Para hacer que el cliente
vuelva siempre debemos cumplir con nuestras promesas y ser sinceros con ellos,
por lo que no podemos hacer cambios inesperados de última hora. Mantener
contacto con los clientes de una forma cordial, educada y cercana es otra cosa
que siempre se valora, mucho más que un establecimiento donde nos podrían
tratar de una forma más distante.
Para finalizar, si a todo
esto le sumamos algo tan importante como proporcionar al cliente un servicio
extra, como preocuparnos de envolver correctamente una mercancía, hacemos que lo
adquirido se le entregue por mensajería, nos preocupamos de su mantenimiento o
de la instalación del producto adquirido, serán también puntos que tendrá muy
en cuenta a la hora de volver a determinado establecimiento.
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