Para conseguir el mejor
aspecto con la impresión de un tríptico
hay que contar con un buen diseño y se debe tener en cuenta que éste se dobla
en tres partes y que, normalmente, tienen forma rectangular. No podemos
olvidarnos que se trata de una buena herramienta de comunicación que puede ser
utilizada en muchos casos, por lo que si queremos que la persona reciba un
mensaje atrayente, el diseño tiene que serlo también.
Para hacer un tríptico hay
que saber a qué clase de personas va dirigida, cuál es la idea que se pretende
transmitir y cómo poder hacerlo de forma original, tres aspectos indispensables
que debemos tener muy en cuenta.
La coherencia es otra cosa
importante, no siempre va a quedar bien un fondo, por mucho que nos guste,
cuando éste no tiene nada que ver con lo que vamos a anunciar, no tiene
sentido. Hay que explicar de manera gráfica, o al menos ilustrar, lo que nos
gustaría decir de nosotros o de la empresa, dependiendo del carácter del
tríptico en sí.
Debemos tener muy bien
definido el mensaje, dado que éste es uno de los aspectos principales del
folleto, adecuándolo al target al que va dirigido, con lo que se conseguirá
captar la atención de ese público objetivo al que queremos llegar.
La forma de expresar el
mensaje debe ser concisa, clara y que explique cómo es el producto o de qué
trata el servicio que se está anunciando. El texto debe ser cuidado al máximo,
dado que demasiada información en un tríptico es sinónimo de fracaso. Todo ello
acompañado de la elección de una tipografía legible, clara y con un tamaño
adecuado.
Para finalizar, no podemos
olvidarnos de los elementos gráficos como fondo, ilustraciones, colores, etc.,
todo debe estar en sintonía y evitar caer en sobrecargar el tríptico dado que
no por estar repleto de fotografías va a ser mejor y además se perdería espacio
para los textos y al cliente le faltaría información, y eso es lo que no
queremos.
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