Las HID
tarjetas de proximidad,
además de sus ventajas para ser utilizadas en control de accesos o como forma
de pago en determinados medios de transporte, tiendas, etc., son tan versátiles
que también pueden ser utilizadas como identificación personal para el acceso a
una empresa, organismo oficial o cualquier otro entorno que requiera de cierto
control.
¿Cómo son estas tarjetas?
Una de sus
principales características es que cuentan con un chip RFID de proximidad que
sirve para que la propia tarjeta “hable” con un lector, le transmita sus datos
y de esta forma se pueda acceder al lugar donde el acceso está restringido, por
ejemplo, aunque también sirve para marcar las horas de acceso y salida de un
puesto de trabajo, por ejemplo.
La gran
cantidad de usos que se le puede dar es muy amplia, tan solo hay que pensar en
uno y una tarjeta como estas podrá adaptarse sin problema a él y rendir el
mejor servicio durante mucho tiempo dado que estas tarjetas están fabricadas de
PVC, un material que se caracteriza por su resistencia, siendo la solución más
elegida en estos casos.
Suelen
estar fabricadas en diferentes acabados, aunque también pueden ser
personalizadas según nuestras necesidades, lo que deja patente su versatilidad.
Pueden ser impresas con imágenes muy nítidas donde poder incluir el logotipo de
la empresa, el color corporativo, información sobre el usuario de la misma como
una fotografía en color, nombre, cargo, nivel de acceso y todo lo que sea
necesario.
Además,
otra ventaja es que contando con el chip ya en la tarjeta y teniendo una
impresora de tarjetas de PVC se puede imprimir de forma particular, sin tener
que solicitarlo a una empresa, lo que ahorrará notablemente los costes para una
empresa, siendo esta otra de las razones por las HID tarjetas de proximidad
tienen tanto éxito actualmente.
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