La seguridad es primordial
para muchas empresas y las HID tarjetas de proximidad proximidad son cada vez más usadas en todo el
mundo como sistema acreditativo, para conocer quien accede a determinado lugar
de la compañía o para fichar a la hora de entrada y salida por ejemplo, sus
usos pueden llegar a ser muy variados.
¿Cómo funcionan las tarjetas de proximidad?
Estas tarjetas, también conocidas como HID tarjetas de proximidad, cuentan con
una tecnología muy avanzada conocida como RFID, acrónimo de Radio Frequency
IDentification, es decir, identificación por radiofrecuencia. Además de poder
identificar puede también almacenar datos, lo que amplia aún más el abanico de
posibilidades para usar de esta clase de dispositivos.
Son capaces de transmitir
la identidad de un objeto o persona mediante ondas de radio que son captadas
por un lector especial con capacidad para interpretarlas y permitir o denegar el
acceso por ejemplo o cualquier otra acción que haya programada tanto en la
tarjeta como en el lector.
Uno de los ámbitos donde
más se usan las tarjetas de proximidad es en la seguridad y tienen una gran importancia y peso, tanto que
hoy en día prácticamente se han convertido en todo un estándar de la industria
para el control de acceso físico a determinado lugar. Estas tarjetas son
asequibles, fuertes y muy fiables, pudiéndose integrar con diferentes sistemas,
haciendo de ellas algo muy versátil y útil.
Hay algunas que únicamente
tienen chip y otras una banda magnética donde se puede almacenar cierta
cantidad de información. En el caso de las tarjetas de proximidad con banda magnética la información es
almacenada mediante determinada codificación que es capaz de polarizar las
partículas magnéticas de la banda y posteriormente es leída o grabada mediante
contacto físico por una cabeza lectora o escritora, aunque hoy en día las que
más se usan son aquellas para los que no hace falta contacto como las dotadas
con tecnología RFID.
Comentarios
Publicar un comentario