Aunque hay ocasiones en las que los líquenes y musgos
pueden quedar bien en los tejados de madera,
éstos pueden tornarse de color negro, afeando mucho el bonito aspecto que
suelen tener esta clase de tejados. Los musgos y líquenes, como no tienen
raíces, pueden vivir en prácticamente cualquier sitio, de hecho, todos los
tejados del mundo, el que más o el que menos, tiene cierta proporción. Aunque
no dañan el material de la cubierta, con el tiempo pueden hacer que ésta sea
poco estética y ante esta situación mucha gente prefiere quitarlos, pero…
¿cómo?
El primer paso de este proceso es inspeccionar las
tejas, prestando especial atención a la zona norte del tejado y también a la
zona que suele tener más sombra durante el día. Hay que limpiar la zona
manualmente, eliminando ramas, hojas y cualquier clase de desecho, limpiando
bien la zona con una manguera a presión si se tiene, pero siempre buscando la
máxima seguridad posible y si no se cuenta con los equipos de seguridad
necesarios, lo mejor es dejárselo a una empresa de mantenimiento de tejados.
Si se tiene todo el equipo necesario se puede mezclar una taza de lejía oxigenada
en polvo con una taza de jabón para la vajilla en un cubo de agua y con un
cepillo se frotará concienzudamente el tejado hasta la eliminación de cualquier
resto que pudiese quedar,aunque también se pueden usar líquidos especiales para
tal fin, aunque son más costosos
Otra cosa que podemos hacer es echar vinagre en las
zonas donde se encuentran las manchas de los líquenes, si somos generosos,
acabaremos con ellos y solo habrá que eliminarlos con agua jabonosa y un
cepillo. Cuando todo esté limpio y seco se puede aplicar aceite especial para preservar las tejas y la madera para
evitar la formación de nuevos hongos y líquenes.
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