Un buen software de gestión de
proyectos debe proporcionar el mejor desempeño para que permita
realizar de manera óptima la planificación de todo el trabajo que hay que hacer
así como contar con diferentes requisitos que permitan una mejor gestión y
seguimiento de un proyecto.
Cada proyecto cuenta, o debería, tener con un objetivo
a cumplir. Si se conoce desde un principio, todo será más sencillo de
planificar y poder ir asignando las diferentes tareas que hay que realizar. Con
un software de estas características no solamente se gestionará un proyecto
únicamente sino que puede llevar más de uno.
Este software debe permitir la visualización completa
del estado del planning, es decir, que todos los componentes del equipo sepan
exactamente en qué fase está el resto de compañeros y compañeras, cómo se está
realizando el trabajo y cuál será la organización del trabajo pendiente.
Debe permitir la definición de las tareas y sub-tareas,
marcando quién es el responsable de las mismas y cuál será el plazo en el que
deben estar terminadas. También debe proporcionar el control y la opción de
añadir los recursos que sean necesarios, poner deadlines,
esfuerzos necesarios y tener una estimación de la duración de cada una de las
tareas.
Con un software de estas características, los gestores
pueden controlar todo el trabajo y saber el estado de cada proceso para así
poder compararlo con todo lo que se había planificado y poder hacer los
reportes necesarios a los superiores gracias a los datos obtenidos.
En caso de que se vaya atrasado en el tiempo de desarrollo
y se permita un pequeño retraso, se puede reorganizar el proyecto, asignando
nuevas tareas o repartiéndolas para poder cumplir el objetivo que estaba
marcado desde el inicio del proceso, pudiendo ajustar los costes y también el
cronograma de las tareas.
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