Cuando en un edificio comienzan a aparecer grietas en las paredes hay
que prestarles especial atención porque pueden ser un síntoma serio de que algo
no está yendo bien. Por eso es necesario revisarlas nada más se detecten y
encontrar una solución al problema.
Las grietas en las paredes… ¿pueden ser un
problema grave?
Por norma general, el origen de las grietas responde a
diferentes motivos, pero lo normal es que se produzcan debido a un desequilibro
existente entre las tensiones a las que se somete un muro y las que fue
diseñado para soportar, por ejemplo.
La propia estructura del edificio “soluciona” la
diferencia de tensiones y acaba rompiendo el elemento constructivo, lo que hace
que aparezca la grieta.
Es importante recordar que cuando se construye un
edificio es normal que durante los primeros años vayan apareciendo algunas
fisuras en diferentes partes del mismo. Estas se producen debido al
asentamiento natural de la propia construcción sobre el terreno y a la entrada
en carga de toda la estructura.
En caso de que el edificio esté bien construido, los
asentamientos tendrán una óptima homogeneidad, lo que hace que si aparece
alguna fisura o grieta no revierta ninguna clase de problema, únicamente
estético, pero es algo muy fácil de solucionar, especialmente cuando el
edificio haya finalizado su fase de asentamiento.
Las grietas en las paredes pueden aparecer debió a un
cálculo incorrecto de la estructura, lo que puede provocar descensos excesivos
en un forjado lo que hace que se apoye sobre el tabique inferior, haciendo que
se agriete.
Una ejecución incorrecta del tabique, un edificio
construido sobre un asentamiento poco firme o fallos en los cimientos pueden ser otras causas para que aparezcan
grietas en las paredes. Por ello insistimos en la importancia de consultar a un
experto para que pueda detectar cuál es el origen de las grietas y poder
solucionar el problema cuanto antes.
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