Aunque hoy en día se tienen en cuenta todos los
factores necesarios para que una construcción se lleve a cabo como se proyectó
en la planificación, hay veces que pueden producirse problemas. A veces se
requiere reparar grietas en las
paredes o incluso solucionar algún tema relacionado con los
asientos diferenciales en los edificios como un problema de importancia.
Poniéndonos en el peor de los casos, los asientos
diferenciales pueden ser debidos a una mala compactación del terreno, problemas
en la cimentación o que haya un acuífero próximo. Todo esto puede comprometer
la estabilidad de la construcción, con los peligros que ello conlleva.
En este caso es cuando las resinas expansivas juegan un
papel primordial para solucionar el problema. Lo que se hace en estos casos es
inyectar resinas expansivas en la zona afectada después de haber hecho un
estudio de todo el terreno.
Una vez hecho el estudio, se practicarán unos agujeros en
la zona a una profundidad determinada y a través de ellos se inyecta la resina.
Ésta clase de material se expande rápidamente, lo que hace que vaya rellenando
todos los agujeros practicados.
Se inyectaría una cantidad determinada de resinas y
dado que éstas tienen la capacidad de actuar tan rápidamente, el terreno
adquirirá una gran capacidad portante y las resinas harán que el terreno se
suba hacia arriba, lo que provocará la elevación del edificio.
Toda esta operación está controlada con niveles láser
en la zona exterior, lo que hace que en todo momento se pueda monitorizar la
altura necesaria para que el edificio vuelva a sus condiciones originales.
Además de para esta finalidad, las resinas expansivas
también sirven para rellenar cavidades que pudiera tener el terreno, reparar
muros o incluso levantar el pavimento en caso de que éste se haya hundido, algo
que se hace con inyecciones a poca profundidad.
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